Sale muy temprano, pisa
fuerte el acelerador y toma la carretera,
decidido esta a ver el mundo, tomar por los senderos mas sinuosos, y
solo regresar cuando tenga mil y una historias que relatar, no antes, se
imagina excesivamente viejo rodeado de chamacos que mas por la facha le
atienden que por lo extraordinario de sus historias, lleno de cicatrices, negro
de sol, con tantas arrugas como vivencias, con los deseos cumplidos todos, los
del alma y los de la carne, tal vez uno o dos sin hacer, pero considerando lo
corta de la vida ese sería un saldo muy chingón después de todo.
El viento frio que se
apresura a huir al romper el alba, le hiere las pupilas con navajas que la
velocidad afila, baja los gogles, y sonríe mientras un llanto breve escurre por
sus mejillas disolviéndose con la fricción del aire.
Por equipaje solo lleva una
maleta llena de recuerdos hermosos, y en un viejo libro que nunca deja, besos rojo
carmín secándose entre sus páginas, los días de juventud y vigor se van quedando
atrás así como la cuidad a sus espaldas, la que apaga sus luces una a una
conforme el astro sol asoma tras la montaña rayando de oro el horizonte.
Decidido está a no malgastar
un solo día más de su vida trabajando en la oficina, conforme mueve sus
manecillas el reloj dicta instrucciones
estúpidas: tic tac: produce para otro, tic tac, ve a comer y regresa, tic tac, soporta
la rutina, tic tac vive pero no sueñes tic tac sueña pero no actúes tic tac tic tac tic tac…
Solo se sentirá satisfecho
viajando en alas de libertad, sin que el dinero sea el motor de su existencia,
su brújula en automático lo lleva a donde tiene que ir y estar, en hora exacta.
Su maquina ronronea sensual por
el escape y las ruedas se aferran al asfalto para las que fueron hechas, -llévenme
lejos, allá donde el mundo al oído me cuente secretos arcaicos, allá donde la
soledad me enseñe a ser la mejor compañía, allá donde su recuerdo arda y caldee
la hoguera cada noche que el frío de las
montañas me muerda voraz, entonces a
solas, rumiare tiritando en secreto, evocaciones de tu deliciosa anatomía.
Decidido a seguir al sol
cada día en su ruta y tal vez llegar donde dobla la esquina del mundo
Decidido a vivir un día a la
vez, un momento a la vez, una vida a la vez.
Viajero en búsqueda de si
mismo, el viaje la misión y la misión el viaje, no más.
Incansable, resuelto a
alcanzar su destino, alcanzar el Bósforo, sumergirse en el misticismo del Bizancio y penetrar el Asia por la sagrada puerta de la cuidad de Constantino.
Vagar por las estepas del Khan y sus vastos dominios, hasta la tundra y los mares de china, desde el Tíbet hasta nadar en el Ganges.
Vagar por las estepas del Khan y sus vastos dominios, hasta la tundra y los mares de china, desde el Tíbet hasta nadar en el Ganges.
¡Trasciende a tu época, a ti mismo y marcha sin fin por los antiguos tiempos, ve
allá y vuelve cargado con las riquezas propias de tu sangre Nómada!
Bibián Reyes
Marzo del 15.
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