Desfile y
gala, ¡prepárate! Decora un poco ese corazón frio, un poco de perfume en las venas
y algo de alcohol en las cienes, marcha
así desprevenida, rodeada de animados maniquíes, al paso en cordiales saludos a
la derecha con la turba, que por la izquierda va la comparsa de febriles
abrazos buscándote afanosos, brazos abiertos que caminan resbalando y cayendo,
provocan atraso de las comitivas que se cubren la boca para no exclamar al
unísono los sonidos de las onomatopeyas que no he de escribir hoy.
Y en el escote mis secretos te tocan toda con
manos y fluidos.
Y en la cintura bien ceñida con encaje, bajo
algodón y poliéster en una mezcla cincuenta
por cincuenta vaya y venga mi mareo necesitado.
El prodigio de tu sonrisa a córnea viva las marca
cual hierro al ganado, desventurada musa, vocales y consonantes desesperan
sentadas en la banqueta, olvidarán su sonido de tanto esperarte, un perro tal
vez confunda la i latina y la mordisquee un rato, para luego de orinarla abandone
la escena del crimen de tu ausencia, ¿quién se atrevió a lanzar confeti?
Más de un
ofuscado intentó callarlas, pero las
plañideras a lo suyo, el bromista se ahogó al rato y murió de risa justificando
el pago al dispar contingente.
¿Qué es lo
que se escucha? clack clack ¿son tacones en las baldosas?,
clack clack ¿ahora sobre el puente?
clack clack
¡comamos hamburguesa!
clack clack ¡se anuncia mi pasión y muerte!
¿Terminó tu carnaval? te espero en mi brutal
desierto, tras cuarenta días y cuarenta noches el diablo aún no me convence, ¿por
qué no vienes y le ayudas?
Duermo cada
noche con la paz de quien nada tiene, nada debe y nada espera y cuando el sol
pasa sobre mi cabeza le guiño el ojo a la fuerza, nunca he podido sostenerle la
mirada.
El campo
minado que me circunda se extiende lejos, mucho, hasta mar adentro y cuando una
sirena distraída estalla, corro a la playa a suplicar por su alma.
Cada tarde
al ocultarse el sol, camino al encuentro del ocaso ¡ja! mi sombra escapa en dirección contraria, vaya ¡conoce la tendencia!
¡No sois
vos Galaor, menos tú adorado Amadís! ¡El filo de sus aceros os libre de malsanas
traiciones y la nobleza de sus corceles de
grises conjuras! Por el momento en apolillados tomos luchen, ¿ganan? Que colme su espíritu una
oda ¿pierden? conforten el alma en una balada.
¡Ahora escuchadme
con sumo esmero amados Héroes! Sin dolo ni congoja apartaros ahora de mi senda
¿no veis he sucumbido al oscuro ardid de la hechicera?
Os imploro,
no permitid timo o plagio, solo luchen y luchen, ¡peleen, caigan y levántense! una,
otra, y otra vez, de mi sangre que no he
de fallarles, ¡volveré otra vez infante y marcharemos juntos al través de las mejores
páginas!
Un Héroe en
destino nunca pierde, pero por dios ¡nunca tampoco gana!
¡Por
necesidad marqué el curso de esta trágica comedia, Bendecido y a
la vez maldito, cual árbol sin raíz que no se seca, caeré siempre en su honor el
último, a los pies de la gélida valquiria!
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